Fuente: www.diario.com.mx
Autor: Eleazar Reza
El calor corporal y el movimiento rítmico pendulante del caballo relajan los músculos de los niños con alguna discapacidad y con el tiempo les permite obtener movilidad y hasta el equilibrio para caminar, pero una atención deficiente les puede causar daños irreversibles, se advirtió.
En Ciudad Juárez sólo dos equinoterapeutas están certificados, lo que limita la capacidad de atención, dijo Alejandra Moreno, terapeuta en el albergue Los Ojos de Dios.
Por ello el 23, 24 y 25 de marzo se impartirá en dicho centro el primero de tres módulos que componen el curso de Equinoterapia a cargo de la alemana Edith Gross, quien es considerada precursora de dicha rama en México.
“Claro que hay más gente que trata de ayudar a la comunidad, pero lo que buscamos es que tengan las herramientas necesarias, porque no sólo es subir al niño al caballo, sino saber quiénes son candidatos a la equinoterapia basándose en el expediente e indicaciones del médico”, expresó.
El cupo es para 16 personas pero sólo quedan seis lugares disponibles, y el requisito principal es saber montar en tres aires: paso, trote y galope, explicó Moreno.
Cada módulo costará 4 mil 500 pesos, monto que incluye el material y los alimentos de los tres días; las dos etapas restantes se buscará que se impartan durante el 2012, dijo la terapeuta del albergue.
Aclaró que al concluir el curso se entregará una constancia, pero no una certificación oficial, aunque sí se buscará que se reconozca.
Durante la capacitación se utilizarán ocho caballos, uno por cada dos personas, para poder practicar las recomendaciones dadas y pulir el servicio que se otorga a pacientes.
Como parte del primer módulo, explicó, se verán las enfermedades y las condiciones en las que sí se puede dar equinoterapia, consejos dependiendo de cada situación, primeros auxilios y ejercicios básicos para el caballo antes de prestar el servicio, entre otros.
Durante el tiempo que ha sido terapeuta, Moreno vio a niños recuperar movilidad de sus extremidades y encontrar la seguridad y equilibrio para caminar.
"El calor corporal del caballo es un grado más alto que el de nosotros sin movimiento, pero con movimiento sube hasta tres grados, y por decirlo así, calienta los músculos, entonces se relaja el niño y te permite trabajar más fácilmente con él", expresó.
De los 16 de 29 niños que someten a equinoterapia en el albergue Los Ojos de Dios, hay casos con brazos contracturados o engarrotados que al subirse a un caballo pueden extenderlos y abrir sus manos.
Pero también atienden a los menores que por falta de movimiento sufren de estreñimiento y a quienes acuestan en el lomo del caballo para que su intestino empiece a funcionar, platicó.
Autor: Eleazar Reza
El calor corporal y el movimiento rítmico pendulante del caballo relajan los músculos de los niños con alguna discapacidad y con el tiempo les permite obtener movilidad y hasta el equilibrio para caminar, pero una atención deficiente les puede causar daños irreversibles, se advirtió.
En Ciudad Juárez sólo dos equinoterapeutas están certificados, lo que limita la capacidad de atención, dijo Alejandra Moreno, terapeuta en el albergue Los Ojos de Dios.
Por ello el 23, 24 y 25 de marzo se impartirá en dicho centro el primero de tres módulos que componen el curso de Equinoterapia a cargo de la alemana Edith Gross, quien es considerada precursora de dicha rama en México.
“Claro que hay más gente que trata de ayudar a la comunidad, pero lo que buscamos es que tengan las herramientas necesarias, porque no sólo es subir al niño al caballo, sino saber quiénes son candidatos a la equinoterapia basándose en el expediente e indicaciones del médico”, expresó.
El cupo es para 16 personas pero sólo quedan seis lugares disponibles, y el requisito principal es saber montar en tres aires: paso, trote y galope, explicó Moreno.
Cada módulo costará 4 mil 500 pesos, monto que incluye el material y los alimentos de los tres días; las dos etapas restantes se buscará que se impartan durante el 2012, dijo la terapeuta del albergue.
Aclaró que al concluir el curso se entregará una constancia, pero no una certificación oficial, aunque sí se buscará que se reconozca.
Durante la capacitación se utilizarán ocho caballos, uno por cada dos personas, para poder practicar las recomendaciones dadas y pulir el servicio que se otorga a pacientes.
Como parte del primer módulo, explicó, se verán las enfermedades y las condiciones en las que sí se puede dar equinoterapia, consejos dependiendo de cada situación, primeros auxilios y ejercicios básicos para el caballo antes de prestar el servicio, entre otros.
Durante el tiempo que ha sido terapeuta, Moreno vio a niños recuperar movilidad de sus extremidades y encontrar la seguridad y equilibrio para caminar.
"El calor corporal del caballo es un grado más alto que el de nosotros sin movimiento, pero con movimiento sube hasta tres grados, y por decirlo así, calienta los músculos, entonces se relaja el niño y te permite trabajar más fácilmente con él", expresó.
De los 16 de 29 niños que someten a equinoterapia en el albergue Los Ojos de Dios, hay casos con brazos contracturados o engarrotados que al subirse a un caballo pueden extenderlos y abrir sus manos.
Pero también atienden a los menores que por falta de movimiento sufren de estreñimiento y a quienes acuestan en el lomo del caballo para que su intestino empiece a funcionar, platicó.
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