Imagen 1. Cuadra aérea. Fuente: Internet.
Por: Leonardo Rivero
Tec. Med. Cs. Agricolas
Jineteycaballo.blogspot.com
La pleuroneumonía es definida como una infección de origen usualmente bacteriano de los pulmones y el espacio pleural. Esta enfermedad es común en nuestra época ya que los caballos son sometidos constantemente a largos viajes bien sea con fines médicos, reproductivos o deportivos en su mayoría, la etiología radica en infecciones producidas casi en su totalidad por una bacteria aerobia llamada Streptococcus equi var. Zooepidimicus que normalmente habita en la orofaringe, esta enfermedad es desencadenada por procesos de inmunosupresión en los cuales el caballo es sometido a extensas jornadas de estrés por viajes en confinamiento como transporte en remolques (trailers), cuadras de transporte aéreo, entre otros; que permiten el aumento de la población del microorganismo y que este viaje a las zonas respiratorias bajas en donde producirá pleuritis permitiendo así que las bacterias invadan al liquido pleural (LP), existen diversos factores que predisponen la infección como aumento de la temperatura y humedad ambiental así como también el incremento de la población de bacterias en el aire.
La pleuroneumonía puede ocurrir en 3 fases, una fase exudativa en la cual se produce un rápido flujo de LP en respuesta a la inflamación conocido como exudado; al instaurarse un tratamiento antibiótico adecuado en esta fase la enfermedad no evoluciona. Luego tenemos una fase fibropurulenta en la cual hay formación de depósitos de fibrina en ambas pleuras (parietal y visceral) y acumulación de gran cantidad de LP con la presencia de numerosos detritos celulares (empiema) y por último tenemos a la fase de organización en la cual los fibroblastos empiezan a crecer en el exudado como mecanismo de defensa creando una membrana que recubre el pulmón con el fin de evitar la diseminación de la bacteria al resto del cuerpo. Los caballos con pleuroneumonía pueden demostrar una variedad de signos clínicos en los casos agudos podemos encontrar letargo, pirexia, depresión, inapetencia, pleurodinia (dolor pleural) con una expresión facial de ansiedad, respiración superficial, tos seca, abducción de los codos y un paso rígido, en los casos crónicos a partir de las 2 semanas de instauración hay endotoxemia, tos húmeda e insuficiencia respiratoria, pirexia intermitente, taquicardia, taquipnea, anorexia y edema subesternal.
Imagen 2. Membrana mucosa de color rosado oscuro y prominente línea toxica visible rodeando los incisivos. Fuente: Equine infectious diseases, Sellon & Long, 2007.
El diagnóstico de la pleuroneumonía se lleva a cabo con la utilización de diferentes herramientas de diagnóstico como lo son la radiografía y ecografía; el examen ultrasonográfico (3 a 3,5 mHz) es de mayor viabilidad en comparación con el radiográfico ya que este permite revelar la acumulación de liquido a nivel de la cavidad pleural, también nos puede revelar cambios o irregularidades en el parénquima pulmonar como atelectasia, formación de abscesos y hepatización pulmonar. Otra herramienta de diagnóstico es la toracocentesis que nos permite identificar determinadas características específicas del LP como contaje leucocitario y contaje total o diferencial de concentración proteica, en los estados agudos de la enfermedad en la que existe poca acumulación de LP y el animal no presenta disnea no es necesaria la implementación de la toracocentesis de otro modo si el animal presenta una rápida acumulación de LP y su estado deteriora rápidamente es estrictamente necesario realizar la toracocentesis; es importante realizarla bilateralmente al detectarse acumulación de líquido en ambos hemitórax ya que los caballos sanos poseen comunicación de ambos, sin embargo al encontrarnos con casos de pleuroneumonía esta comunicación puede desaparecer obteniendo 2 líquidos diferentes, debe tomarse en cuenta el color, la turbidez y el olor ya que el LP normal es de características similares al plasma (claro amarillento) siendo la turbidez un indicador del aumento del número de leucocitos como respuesta inmunológica. La aspiración traqueal nos permite la realización de cultivos microbiológicos en los cuales nos ayudan a determinar el agente causal de la infección y adoptar tratamientos adecuados para su erradicación, cabe acotar que es importante repetir el cultivo a los 7-14 días con el fin de detectar nuevos patógenos en función a la evolución del caballo; la toracoscopia o pleuroscopia nos permite la introducción de un endoscopio en la cavidad pleural pudiendo así evaluar la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento por parte del paciente para luego colocar un catéter que permitirá drenar el exceso del LP en la cavidad.
Imagen 3. Catéter pleural en caballo Pura Sangre Ingles. Fuente: Equine infectious diseases, Sellon & Long, 2007.
El tratamiento para la pleuroneumonía se basa en 4 principios básicos; en primer lugar la aplicación de antibioterapia sistémica para inhibir el crecimiento bacteriano, la elección de los antibióticos debe basarse en los resultados obtenidos del cultivo realizados con anterioridad al LP y traqueal pudiéndose utilizar penicilinas en combinación con aminoglucósidos y metronidazol asimismo pudiéndose utilizar cefalosporinas de última generación como el ceptiofur ya que en los casos de pleuroneumonía los tratamientos son prolongados se recomienda mantener el caballo bajo tratamiento parenteral en la fase críticas que corresponde a los 10-15 días y luego continuarlo con el suministro de antibióticos orales durante 2-4 meses, dentro de los antibióticos orales se pueden utilizar el cloranfenicol, enrofloxacina y la rifampicina tomándose en cuenta que se deben administrar en combinación ya que predisponen a generar resistencia.
En segundo lugar tenemos la administración de terapias analgésicas y antiinflamatorias para evitar complicaciones secundarias, pudiéndose utilizar AINES como el flunixin meglumine o la fenilbutazona que brindan bienestar al animal disminuyendo los procesos inflamatorios.
En tercer lugar tenemos el drenaje del líquido pleural que permite mejorar la capacidad respiratoria del mismo y existen diferentes opciones para realizarse como lo son el drenaje torácico intermitente y permanente, pleuroscopia y debridaje, drenaje torácico abierto sin resección costal, lavado pleural, drenaje torácico abierto con drenaje y resección costal y resección pulmonar; dentro de las complicaciones a tomarse en cuenta en el drenaje pleural tenemos arritmia cardiaca, punción del intestino, hígado y corazón, inflamación localizada, laceración pulmonar, hemotórax y neumotórax. En cuarto lugar tenemos el tratamiento de soporte se recomienda la instauración de un tratamiento de fluidoterapia durante 48-72 horas sobre todo en caballos con signos de anorexia y endotoxemia, también se recomienda la oxigenoterapia de 10-15 L/min en casos de hipoxemia y insuficiencia respiratoria, también es recomendable la utilización de broncodilatadores; la profilaxis contra la laminitis es muy importante ya que estos animales predisponen a padecerla por lo tanto es necesario el ajuste de la dieta y descanso.
El pronóstico de la pleuroneumonía es favorable en aquellos animales en los cuales su diagnóstico es temprano y combatido con un tratamiento agresivo, en los casos crónicos es desfavorable sobre todo por los costos en el tratamiento y las limitaciones en la elección del agente microbiano, solo el 55-60 % de los caballos regresa a sus actividades deportivas normales. Las complicaciones que trae la pleuroneumonía como secuela son las fístulas broncopleurales, neumotórax, laminitis, cólicos, trombosis yugular y colitis asociada a los antibióticos.
Leonardo Rivero
Tec. Med. Cs. Agricolas, estudiante FCV UNEFM
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